Cuando está a punto de cumplir dos años como Secretaria General Adjunta del Episcopado chileno, Valeria López, se alista para participar en la Asamblea General del Sínodo sobre la sinodalidad, que se desarrollará entre el 4 al 29 de octubre en El Vaticano.
28 de septiembre de 2023
CECh
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En esta entrevista para iglesia.cl, Valeria López Mancini comparte su perspectiva sobre lo que significa representar el discernimiento latinoamericano en el Sínodo y cómo se siente al ser parte del momento histórico en que por primera vez, 54 mujeres participarán con voz y voto. Además, reflexiona sobre el vínculo que tiene con el proceso de discernimiento vivido en Chile, tras el llamado del Papa Francisco a ser una Iglesia más sinodal, profética y esperanzadora.
Fuiste convocada a participar en la asamblea, como testigo del proceso sinodal continental. ¿Qué significa ir en representación del discernimiento latinoamericano al sínodo?
- Haber sido parte de la etapa continental del sínodo me permitió descubrir que hay temas, clamores, dolores, esperanzas, tradiciones, que son comunes en toda la región, con acentos y matices, ciertamente, pero con una mirada común, no sólo desde nuestro ser bautizados, sino también por compartir este suelo. Poder llevar esa mirada al sínodo, junto a otros hermanos y hermanas que participarán de la Asamblea desde la región, es una responsabilidad compartida con mucha alegría.
Además, participarás inaugurando un momento histórico para la Iglesia, siendo parte de las 54 mujeres que por primera vez tendrán voz y voto en un sínodo, ¿qué significa en lo personal y como laica comprometida con la Iglesia?
- El momento histórico en el que nos toca peregrinar, está lleno de desafíos. Entre ellos, la vocación y presencia de la mujer en la Iglesia, no sólo en los ámbitos que tradicionalmente la vemos y valoramos en nuestras comunidades, sino también en otros espacios, que involucran la elaboración y toma de decisiones, donde ha tenido menor participación y visibilidad. El Papa Francisco al convocar a mujeres al Sínodo con voz y voto ha querido ser fiel a todo el camino sinodal recorrido, donde no sólo los clérigos han sido parte importante del mismo, sino también los religiosos y religiosas y los laicos (hombres, mujeres, jóvenes). Una mayor participación de las mujeres en esos ámbitos va de la mano de la corresponsabilidad. Y eso es lo que significa en lo personal y como laica, ser parte de este momento en la vida de la Iglesia: el ejercicio de la corresponsabilidad, de una manera muy concreta y visible, que permitirá seguir profundizando sobre la ministerialidad laical, nuestras estructuras eclesiales, etc.
El Papa en 2018 llamó al Pueblo de Dios en Chile a ser una iglesia más sinodal, profética y esperanzadora, ¿cómo crees que aporta el caminar y el discernimiento vivido estos años en el país, al caminar universal?
-El proceso de discernimiento realizado por la Iglesia en Chile desde el año 2018 nos entrega una extraordinaria vivencia de ese caminar juntos que es la sinodalidad. Hemos visto cómo se fue desarrollando un modo de ser Iglesia más participativo, que involucra escuchar, observar, interpretar los signos de los tiempos y discernir. Nos ha permitido una mejor comprensión de que cada uno de nosotros, como bautizados, somos parte del Pueblo de Dios, y eso a su vez contribuye a renovar nuestra forma de relacionarnos, más evangélica. Todo ese aprendizaje sin duda fue un gran aporte al camino sinodal al que fuimos convocados por el Papa Francisco en el año 2021.
Fuente: Comunicaciones CECh